Raza: Labrador (cruce)
Edad: 1 año ymedio
Detalles: Castrado, Pelo corto. ADOPTADO
Para adoptarle llamar al 677687772 ó 661048513 o escribir un mail a snoopyleon@gmail.com
Rabito llegó siendo un cachorro y apenas conoce otra cosa que no sea el albergue. Todavía es joven y alguien puede darle una vida como se merece.
Es bastante miedoso, y eso se refleja siempre en sus ojos, aunque poco a poco ha ido cogiendo confianzas y cuando le llamamos viene corriendo todo entusiasmado y moviendo el rabo enérgicamente, pero con las orejas siempre agachadas.
Con el resto de los perros no tiene ningún problema. No es nada agresivo y si hay el más mínimo indicio de pelea, enseguida sale corriendo a esconderse. Con los que tiene más confianza juega a perseguirse y a pelearse.

Con nosotros al principio era miedoso, pero poco a poco ha ido cogiendo confianza. Cuando le llamamos viene corriendo y moviendo la cola, pero siempre con la cabeza agachada, llega donde estamos nosotros y se tumba. Le encanta que le acaricien las orejas.
Al principio tenía muchísimo miedo a salir del albergue, era ponerle el arnés y se tumbaba boca arriba y prácticamente había que llevarle a rastras.

Cuando lo llevamos de paseo no se separa ni un metro de nosotros, casi hay que obligarle a que se anime a correr un poco. Es dejarle suelto y se deja caer al suelo, en posición sumisa y no sabe que hacer.
Pero poco a poco está aprendiendo y ya hay veces que le soltamos, y si hay más perros se deja llevar un poco y corre, pero sin alejarse demasiado.
Eso sí, en cuanto le llamas viene corriendo a los pies de uno y se tumba.
Es bastante miedoso, y eso se refleja siempre en sus ojos, aunque poco a poco ha ido cogiendo confianzas y cuando le llamamos viene corriendo todo entusiasmado y moviendo el rabo enérgicamente, pero con las orejas siempre agachadas.
Con nosotros al principio era miedoso, pero poco a poco ha ido cogiendo confianza. Cuando le llamamos viene corriendo y moviendo la cola, pero siempre con la cabeza agachada, llega donde estamos nosotros y se tumba. Le encanta que le acaricien las orejas.
Al principio tenía muchísimo miedo a salir del albergue, era ponerle el arnés y se tumbaba boca arriba y prácticamente había que llevarle a rastras.
Cuando lo llevamos de paseo no se separa ni un metro de nosotros, casi hay que obligarle a que se anime a correr un poco. Es dejarle suelto y se deja caer al suelo, en posición sumisa y no sabe que hacer.
Pero poco a poco está aprendiendo y ya hay veces que le soltamos, y si hay más perros se deja llevar un poco y corre, pero sin alejarse demasiado.
Eso sí, en cuanto le llamas viene corriendo a los pies de uno y se tumba.
Caminando por ciudad iba muy nervioso con tanto ruido y no se despegaba de nosotros.
Es perfecto para un piso o un chalet con jardincito.
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